sábado, 26 de enero de 2008

Triste cambio


Me había ido vestido con una remera rosa con cuello en V y un pantalón marrón claro cuadrillé..lo que en mi mente no sonó como una advertencia para entrar a los lugares que siempre salen en el diario como policiales o siempre es eje de alguna anécdota morbosa que se cuenta entre la gente del sanatorio y del ambiente médico.. Mi paranoismo me carcomió y mi sien acribillada de miradas cosquilleaba a mas no poder.. el centro no es lo que era antes, las cosas cambian, la gente cambia, el tiempo corre, yo lo vi esa vez... Cómo empieza la cosa que nadie quiere? una mirada fea se clava en tu rabillo.. sigue y sigue a tu par.. mirás hacia el otro lado, donde está Ella, donde camina Ella, hermosa mejor dicho bonita hermosura como Ella sola..mi acompañante de siempre o tal vez el de esa sonrisa que disfrutas.. te pones a pensar cuánto querés y cuánto desearías cuidar siempre su felicidad y su bienestar y nunca dejar q nadie le lastime.. Una cara oscura, una capucha te sigue con indescifrable expresión.. indescifrable por no poder mirar con ambos ojos, ya que no se logra ver detalles con tan solo el rabillo de un ojo atento como el del gato.. La tomas a Ella del brazo.. Nada le tiene que pasar a Ella.. nada de lo que dicen los diarios, la tele o internet.. Cuál es el sentido de querer demostrar que “no pasa nada”? “hasta que pasa” siempre me dijeron.. culpa mía no es, a mi me enseñaron así, como si fuese lo menos riesgoso para tu vida y lo menos probable a ser ese del diario o ese, el protagonista de la anécdota entre enfermeras, residentes radiólogos y conserjes chusmas que parlan en el mate de la mañana y el de la tardecita.. No es por mi, a mi se me pega y se lo que es llorar de dolor y de impotencia.. se lo que es paralizarte por un dolor sin demostrar que llegó y sacudió.. no es algo nuevo, y si fuese no me interesaría al punto de hacer correr riesgo a alguien que me rodea.. y no es tan solo alguien que literalmente me rodea, si no alguien q sufriría si algo me pasara a mi, alguien que sabe lo que sucede en esos casos, alguien que me diría cuidate y realmente lo sintiese por amarte con su simple, cobardemente flexible pero sincero corazón.. No lo niego, si no supiese lo que es que una intensidad fibrosa te inunde la cabeza y te shockee como si fuese un sueño afiebrado, como si la adrenalina se auto alimentara y te diese fuerzas extras, ojos de águila para esquivar y un cuerpo indestructiblemente ágil y resistente.. no es un buen número para apostarle, existen (como realidad del hoy) bastantes probabilidades de que no salga como esperamos y eso es suficiente para pensarlo dos veces.. Yo se como es la cosa, para qué hacer algo estúpido q ni vos ni los que te quieren desean que pase? “Dejá loco ya fue, no necesito esto, me huele a que va a terminar mal, y lo mas seguro es que terminemos perdiendo”... perdiendo que? ese es el problema, mientras mas cosas tengas que perder mas te va a importar.. mientras menos cosas, es decir, menos gente a quien preocupar, menos gente a quien hacer llorar por vos, menos cosas que quieran o simplemente odien de vos y quieran expresarlo con libertad que se merecen.. esa voz nos falta en el lugar y en el momento en que mas la necesitamos.. Miro hacia donde esta Ella y veo que se cruza de brazos disimulando frío y comienza a caminar cada vez mas rápido percibiendo la incomoda e innecesaria compañía del muchacho encapuchado.. al alcanzar su paso acelerado la protejo débilmente con un abrazo abrigado que disimula la casi ajena situación.. pero un trote creciente en ritmo y violencia se acerca inexorablemente desde mi retaguardia.. Un sórdido golpe en mi nuca se transforma en un ardor en mi columna junto con picazón en mi piernas y un aturdimiento completo de mis sentidos.. intento balbucear “andate de acá y buscá ayuda!”, pero solo un bufido acompañado de una protesta parecida al del ebrio molesto salieron de mi boca rebelde que no respondía como se le exigía.. Miré hacia arriba, mi posición de perro sedado no podía ser mas vulnerable.. Lo último que sentí fue el grito de Ella.. Ella me había dicho, “esto no es lo q era, vamos para allá.. ahí me siento mejor..”, yo no creía que las cosas hayan cambiado en mis narices, o tal vez yo haya cambiado en sus narices.. pero era así y aquella voz no apareció cuando la necesite, es decir sí, apareció, pero no la quise escuchar.. ahora ya es tarde, ya no sé o que es tener miedo, pero tampoco tengo curiosidad de volver a verlo con mi propio cuerpo.. ni con el de Ella.